miércoles, 14 de diciembre de 2016

a propósito de mis tres audiovisuales favoritos del 2016


Ya he hablado de mis películas favoritas de este año, pero los desvaríos de la modernidad hacen que las piezas audiovisuales que más me han marcado, las que más he podido disfrutar, no sean películas, sino otra cosa. Webseries, cortos para televisión o remezclas de memes en youtube, estas obras son interesantes porque se salen completamente de los márgenes que propone la industria del entretenimiento mainstream, copos de nieve completamente impredecibles e incorruptos. Hablemos.

1. This House Has People in It (Alan Resnick)
Estrenado el 15 de marzo a las cuatro de la mañana en el canal norteamericano [adult swim], este corto de terror llamó la atención rápidamente. En él podemos ver el metraje de unas cámaras de vigilancia en una casa de una familia aparentemente normal, una casa en las que unos padres discuten sobre el destino de vacaciones y un niño se prepara para su fiesta de cumpleaños. Entonces empiezan a pasar cosas raras.


Pese a durar poco más de diez minutos, hay todo un mundo detrás, desde la web de la compañía de seguridad hasta el programa que ponen en televisión durante el vídeo. Internet está plagado de teorías y recopilaciones de datos (este vídeo es el más completo, diría) que hacen parecer This House Has People in It como un puzle muy entretenido y bien armado. Pero esto es algo más, es un corto en el que todos los elementos (la arquitectura, la calidad de imagen, los zooms sutiles...) están destinados a aterrar al espectador, un corto sobre la falsa sensación de seguridad que nos hemos creado (a través de nuestros barrios residenciales y cámaras de vigilancias), la locura, la obsesión y la necesidad de racionalizar nuestros temores. Verlo y reverlo en busca de detalles, algo donde agarrarme, ha sido una experiencia totalmente desoladora. Porque detrás no hay nada claro, nada que pillar.

2. Horace and Pete (Louis C. K.)
Una de las grandes estrellas del monólogo estadounidense, creador de la aclamadísima serie de televisión Louie, pionero de la venta online de sus propios espectáculos y salvador personal de Marcelo García escribe, dirige, protagoniza y produce su propia serie y la pone a la venta en su página web. El resultado te sorprenderá.


Louis C.K. realiza un ejercicio casi suicida, trasladando su vena depresiva a una sitcom (?) rodada en directo con tres cámaras, a la manera de los viejos tiempos. Así como Louie es una versión posmoderna de Seinfeld, Horace and Pete podría ser un remake de Cheers si en Cheers se hablase con frecuencia de enfermedades mentales, abusos paternos, las elecciones norteamericanas o la transfobia. Al partir de una independencia total, la serie se permite movimientos casi inéditos en televisión, con diez capítulos oscilando entre los 30 y 67 minutos, la textura de la multicámara contrastando con una estética de serie dramática o el episodio basado exclusivamente en una conversación de cuarenta minutos a solas entre el protagonista y su exmujer. Cuenta con gente como Steve Buscemi, Jessica Lange o Alan Alda en su reparto habitual y es perfecta para la gente que encuentra belleza y humor en lo deprimente.

3. Dat Boi... (vaporwave edition) Longer version
Algún día escribiré sobre Dat Boi y sobre el vapourwave pero de momento disfrutemos de esto. Podéis pasarme los memes que queráis siempre.


martes, 13 de diciembre de 2016

a propósito de las mejores películas del 2016


Hacer listas de mejores películas es una actividad más bien tonta. El arte no está basado (o no creo que esté basado) en criterios fijos y objetivos, sino que cada obra crea sus propios criterios a la hora de ser juzgada. Es, también, un entretenimiento que puede llegar a extremos vergonzosos, algo de lo que me he dado cuenta revisando listas que hice en letterboxd en años pasados y meditando cuánto me vienen a la mente Spring Breakers o Unfriended y lo poco que pienso ahora mismo en Whiplash, Pero es, al fin y al cabo, un entretenimiento: a mí me gusta hablar de películas y (me consta) hay gente que disfruta leyendo sobre ellas y, me gusta imaginar, descubriendo cosas que no conocía o incluso pensando en ellas de una forma nueva. Dicho esto, procedamos al canónico top 10 de cine estrenado este año en España.


1. La bruja (The VVitch, Robert Eggers)
En La bruja, una familia tan puritana que el resto de puritanos la echa del pueblo se enfrenta a males tangibles, el hambre, el aislamiento, la desaparición de un hijo. El método que encuentra el sistema patriarcal de valores y creencias de mantenerse a sí mismo es autoconvencerse de que están siendo asolados por brujas y de que probablemente una de ellas es su propia hija. A partir de ahí asistimos al derrumbe de la autoridad cristiana y la figura del padre, incapaz de solucionar los problemas que él mismo ha provocado. Una película con algunas de las escenas más terroríficas que he visto nunca, con una atención detallista a la veracidad histórica (cuenta la leyenda que está basada en un collage de declaraciones de mujeres condenadas por brujería), alabada por la Iglesia de Satán y, sin duda, la más goyesca del año.


2. La academia de las musas (Jose Luis Guerín)
Una película sobre cómo el mundo académico utiliza toda su palabrería para enmascarar el absurdo humano y cómo acaba siempre haciendo el ridículo. Con una textura plástica muy interesante, es inmensamente pedante y extraordinariamente graciosa.


3. Carol (Todd Haynes)
La carrera de Todd Haynes se ha basado, casi siempre, en relecturas de historias y estructuras pasadas. En 1952, durante la era dorada de los melodramas en tecnicolor de Douglas Sirk o Nicholas Ray, Patricia Highsmith publicó bajo seudónimo la novela El precio de la sal. Pese al éxito de Extraños en un tren, basado en una obra anterior de Highsmith, la adaptación al cine de esta novela de tema homosexual resultaba imposible en el Hollywood de los 50. Lo que hace Haynes es, ni más ni menos, concederle a Highsmith la dignidad de una película de Douglas Sirk, aunque sea sesenta años tarde, en el mundo digital y con actrices mucho mejores pero con toda su exaltación y su elegancia. No es poco.


4. Hypernormalisation (Adam Curtis)
¿Por qué no entiendes qué pasa en Siria? ¿Por qué en internet nunca parece que vaya a ganar las elecciones la gente que gana elecciones? ¿Qué tienen que ver el punk ruso de los ochenta o las oleadas de avistamientos ovni con todo esto? Una obra monumental sobre el 2016 y cómo hemos construido un mundo en el que la mentira y la verdad son indistinguibles.


5. Elle (Paul Verhoeven)
Verhoeven vuelve al cine después de muchos años, después de haber conseguido algunos de los grandes taquillazos de los 90 (y haber dirigido la película más cara de su tiempo), mezclando su iconoclastia y afán provocador tan poco y mal entendido en Estados Unidos con Francia y el mundo burgués que suele reflejar su cinematografía nacional. Y vuelve hablando de violaciones y masoquismo, temas esquivados (con mucha razón) por casi cualquier otra persona haciendo cine y de los que consigue salir airoso con tres o cuatro saltos mortales.


6. Ahora sí, antes no (Right Now, Wront Then, Hong Sang-soo)
Cuando conoces a alguien las cosas pueden ir bien o mal, y a lo mejor alguno de los dos tenéis la culpa o a lo mejor no. Para experimentar lo que te está contando Ahora sí, antes no, para sentir su ritmo calmado, sus situaciones naturales y su belleza tan sencilla, hay que verla.


7. Calle Cloverfield 10 (10 Cloverfield Lane, Dan Trachtenberg)
Para mí, la gran sorpresa del año. Una exploración de la intrahistoria del apocalipsis minimalista pero que explota al máximo sus recursos. Posiblemente lo más cerca que vayamos a estar de una adaptación del videojuego Portal y la consolidación de Mary Elizabeth Winstead como actriz que vale para TODO. (No veáis tráilers)


8. Dos buenos tipos (The Nice Guys, Shane Black)
Pese a ser solo la tercera película como director (después de las fantásticas Kiss, Kiss, Bang, Bang y Iron Man 3), Shane Black lleva una muy larga carrera como guionista que comienza con Arma letal, en 1987 y pasa por cosas como El último boy scout. No creo que alguien pudiese hacer una película tan divertida como Dos buenos tipos sin haberse pasado treinta años en lo alto del cine de acción.


9. Anomalisa (Charlie Kauffman)
En uno de los guiones más sencillos de Kauffman, un motivador profesional se encuentra solo y aislado en una habitación de hotel viendo cómo todo el mundo parece tener la misma cara y voz. Al mismo tiempo una fábula sobre los peligros de ser un gilipollas que se cree algo y una exaltación de ser un gilipollas que se cree algo.


10. Todos queremos algo (Everybody Wants Some!, Richard Linklater)
El gran talento de Linklater es encontrar belleza en lo más real y mundano y, solo en ocasiones, hacer que nos fijemos en el mundo que nos rodea de otra manera. Everybody Wants Some! es igual que estar con tu grupo de amigos, con todo los micromachismos y las tonterías que eso conlleva pero también con las risas y la camaradería.

Menciones especiales: El porvenir (L'avenirMia Hansen-Løve), La llegada (Arrival, Denis Villeneuve), ¡Ave, César! (Hail, Caesar!, Hermanos Coen), High-Rise (Ben Wheatley), Los odiosos ocho (Hateful Eight, Quentin Tarantino)


No he podido ver (y pienso que podrían haber entrado): Cemetery of Splendour (Apichatpong Weerasethakul), Paterson (Jim Jarmusch), The Handmaiden (Park Chan Wok) y Toni Erdmann (Maren Ade)

Sin fecha prevista para su estreno en España pero enormemente disfrutadas por la redacción de El movidote: Swiss Army Man (Daniels) y, sobre todo, Certain Women (Kelly Reichardt)

(estaría guay que me comentaseis cuáles son vuestras favoritas, por aquí o en la vida real o como sea)