lunes, 4 de abril de 2016

a propósito de las películas de Daft Punk


(La trama de las dos películas de ficción en las que han participado activamente Daft Punk y que se discuten aquí es mínima y casi prescindible, no creo que mis spoilers afecten mucho al disfrute de ellas pero haberlos haylos y en gran cantidad)

Daft Punk son Guy-Manuel de Homem-Cristo y Thomas Bangalter, amigos del instituto que en 1993 empezaron a hacer techno. Son uno de los grupos más exitosos de nuestro tiempo, imprescindibles en la celebración del house francés y en la deriva de lo indie y lo alternativo desde el rock hacia la música de baile. Tras varios años de pseudoscuridad en el aspecto personal, en el 2001 finalmente adoptaron la caracterización de robots y, como J.D. Salinger o Terrence Malick antes que ellos, se apartaron de la vida pública, siendo plenamente conscientes, entiendo, de las contradicciones que conlleva intentar pasar desapercibido o que la gente se centre exclusivamente en la música cuando vas con una máscara metálica (lo que los situacionistas comentaban con lo del espectáculo del rechazo y todas esas movidas).


Como método de liberar sus pretensiones artísticas más allá de la música, en 2003 estrenaron Interestella 5555: The 5tory of the 5ecret 5tar 5ystem (disponible en youtube) como complemento a su ultra-superventas disco Discovery. Interestella es una película de anime (coproducción francojaponesa) producida por Toei Animation (al parecer un estudio bastante mítico, yo de esto sé bastante poco) dirigida por un tal Kazuhisa Takenouchi y escrita por Daft Punk y Cédric Hervert (colaborador recurrente del grupo). Trata sobre un grupo alienígena que lo peta muchísimo con un temazo como One More Time, lo que les lleva inevitablemente a ser secuestrados por un pérfido mánager que les implanta dispositivos de control mental y los somete a diversos procedimientos para que parezcan humanos. La banda (The Crescendolls) es explotada salvajemente hasta que un antiguo fan les libera del control mental y consiguen regresar a su hogar. El subtexto es bastante obvio y la película no deja de ser una serie de videoclips unidos por una trama (no hay diálogos y apenas aparecen algunos efectos sonoros externos al disco) pero plantea algunas ideas divertidas (todos los músicos célebres de nuestra Historia provienen del espacio exterior) y su animación retro es bastante encantadora. Su disfrute depende en gran medida, por tanto, de lo que te gusten Daft Punk y su Discovery, si es posible que exista alguien que no lo flipe con Harder, Better, Faster, Stronger o Digital Love.


Mucho más interesante es su segunda incursión en el cine de ficción, Daft Punk's Electroma (también disponible en youtube, en una versión con buena calidad y otra que parece ripeada de un VHS, es decir, mucho más "fea" pero con una textura bastante guay que le pega bastante [por mí que metan en la cárcel o maten a todos los que suben películas a Internet, eh]), esta vez dirigida por ellos, estrenada en el Festival de Cannes de 2006. El proyecto nace como una sucesión de videoclips para su disco Human After All pero en la película final no aparece ninguna canción del grupo. En Electroma Daft Punk, no interpretados por ellos mismos sino por dos actores con sus ropas, vagan por un mundo de robots y, como en Interestella, se someten a unos procedimientos para aparentar ser  humanos (en una escena magistral y aterradora con un claroscuro potentísimo), fracasando estrepitosamente en el intento y siendo expulsados del pueblo en el que estaban. Tras ello empiezan a caminar por el desierto y, al cabo de un rato, el robot Thomas Banglater pide (o algo así) a su compañero que lo desconecte, explotando de forma espectacular. Al tiempo el robot Guy-Manuel de Homem-Cristo intenta desconectarse a sí mismo después de un conflicto interno expresado sin palabras a través de saltos de eje (es decir, solo hay un robot pero el encuadre hace parecer que hay dos robots iguales mirándose el uno al otro) pero le resulta imposible, por lo que rompe su máscara y utiliza un fragmento de cristal para prenderse fuego. La película no contiene diálogos y está dentro del rollo experimental del Elephant de Alan Clarke o las películas de andar de Gus Van Sant; se resiste a gustar pero puede ofrecer grandes satisfacciones a los amantes del cine contemplativo o los que gusten de ver robots antropomórfos por las arenas californianas.

El discurso de Daft Punk cambia en tres años de a) "somos algo mucho más mágico e interesante que humanos y debemos escapar de ese calificativo" a b) "todos somos robots y nuestro objetivo último es conseguir acercarnos lo más posible a lo humano". El pesimismo del grupo también puede verse en el cambio de los hits synth-pop del Discovery a las canciones mucho más oscuras del Human After All (como Technologic o Robot Rock) y a mí, personalmente, me da bastante mal rollo.

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